Teamfight Tactics nos ha permitido acercarnos a personajes dentro del universo de Runaterra y de League of Legends sin que estos sean necesariamente protagonistas en el LoL como tal.
·El set 11: Fábulas en Tinta nos trae a un personaje conocido por su rol: la hermana de Aphelios, pero no tan conocido por cuenta propia y ese es el caso de Alune.
Para empezar a hablar de ella, sería importante, tal vez, empezar hablando de Targon. Esta es una región muy espiritual en Runaterra, la cual tiene la cima más alta de todo el territorio. Allí, la mayoría de sus habitantes veneran al sol, y aquellos que lo hacen con absoluta devoción se los llama Solari. Los Solari son la secta dominante, pero existe otra, una que actúa en las sombras y es la de los Lunari. Como su nombre lo dice, los Lunari son devotos a la luz de la luna y son considerados herejes por los Solari. Las leyendas cuentan que ambas sectas supieron coexistir en paz, admirando el poder celestial que se erguía sobre ellos.
¿Dónde encaja Alune en todo esto? Ella es parte de la secta de los Lunari. Alune, junto a su hermano gemelo Aphelios, nacieron durante un inusual eclipse lunar y ambos quedaron marcados, motivo por el cual los Lunari los llamaron hijos del destino.
Alune fue otorgada dotes mágicos al igual que su reflejo espiritual, mientras que Aphelios quedó marcado por la luna de roca y fue otorgado increíbles dotes físicos. Durante su crecimiento se enfocó en la meditación, mejorando sus poderes y desarrollando sus habilidades, siempre acompañada por una profunda fe.
Con los Lunari viviendo escondidos y reclusos, Aphelios se embarcó en una travesía por la oscuridad, la cual lo llevó a consumir una flor venenosa conocida como Noctum. Esta mezcló su sangre con el doloroso poder del veneno.
Llegó un momento en el cual un antiguo templo del plano espiritual comenzó a verse en el plano material. El templo Marus Omegnum no aparecía hacía siglo, y fue contemplado por todos los Lunari, pero solo era capaz de albergar a una sola persona y esta debía tener poderes mágicos. Alune, la hija del destino, era la elegida para acceder a él. El día de su ceremonia, los Solari se enteraron de la ubicación y atacaron. Muchos Lunari murieron, pero Alune logró alcanzar las profundidades del templo, desapareciendo en el plano espiritual con el mismo. Allí pudo sentir como desplegaba todo su potencial.
Con Aphelios herido, Alune buscó unirse con él de manera espiritual y encontró esa conexión en el veneno que recorria la sangre de él. Ambos se unieron, combinando el poder espiritual de Alune en todo su esplendor, con la destreza física de Aphelios.
En TFT los veremos separados y podremos notar como Alune es fiel a su historia. Las sinergias son Umbrío e Invocador, con la luna como su símbolo y la desatada fuerza de su habilidad desplegada en contra de todos sus enemigos. Es una delicia ver como se desarrolla el lore de los personajes y como cada set brinda la oportunidad de brillar a diferentes historias. En un set de fábulas, de templos milenarios e historias susurradas en el viento, nadie era más perfecta para ser la cara representativa que ella, que Alune.
